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Deportes Tolima se enfrenta a Atlético Junior este martes en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, en el partido de vuelta de la gran final del fútbol profesional colombiano. El conjunto pijao llega al compromiso con la obligación de una hazaña, luego de haber perdido 3-0 en el juego de ida disputado en Barranquilla.
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El panorama es exigente. Para quedarse con el título, Tolima necesita ganar por tres goles para forzar la definición desde el punto penal o imponerse por cuatro o más tantos para consagrarse campeón en los 90 minutos. Cualquier otro resultado le entregará la estrella a Atlético Junior.
Con el respaldo de su afición, el equipo vinotinto y oro deberá asumir el protagonismo desde el arranque, presionar alto y buscar el arco rival con insistencia. Sin embargo, la necesidad de ir al ataque también expone riesgos ante un rival que ha demostrado eficacia y jerarquía en partidos definitivos.
A lo largo de su historia en la Liga colombiana, Deportes Tolima ha disputado tres finales en las que perdió teniendo la posibilidad de cerrar la serie como local, una condición que se ha convertido en un reto pendiente dentro de su recorrido competitivo.
El primer antecedente se remonta al Torneo Finalización 2006. Tras caer en el partido de ida como visitante frente a Cúcuta Deportivo, el conjunto pijao estaba obligado a remontar en Ibagué. No obstante, en el Manuel Murillo Toro apenas empató 1-1, un resultado insuficiente que le impidió coronarse ante su afición.
La historia volvió a repetirse en el Torneo Finalización 2021. Luego de igualar 1-1 en la ida frente al Deportivo Cali en Palmaseca, Tolima llegó con opciones claras a la vuelta en casa. Sin embargo, en Ibagué sufrió una derrota 2-1, dejando escapar nuevamente la posibilidad de consagrarse como local.
El antecedente más reciente se dio en el Torneo Apertura 2022. Después de perder 3-1 en la ida en el estadio Atanasio Girardot, el equipo vinotinto y oro logró un triunfo 2-1 en Ibagué, pero el resultado no fue suficiente para revertir la serie, confirmando una tendencia recurrente en finales disputadas en casa.
Paradójicamente, las tres estrellas que Deportes Tolima ha conquistado en la Liga colombiana llegaron definiendo como visitante. La primera fue frente al Deportivo Cali, la segunda ante Atlético Nacional y la más reciente contra Millonarios. En esas finales, el equipo vinotinto y oro mostró mayor fortaleza lejos de Ibagué, incluso en los partidos disputados en casa, donde solo logró un triunfo ante Cali, sufrió una derrota frente a Nacional y empató contra Millonarios, resultados que contrastaron con el rendimiento mostrado fuera del Manuel Murillo Toro y que terminaron siendo suficientes para sellar los títulos.
El contraste es evidente. Mientras que fuera de casa Tolima ha sabido manejar la presión y encontrar los goles necesarios para ser campeón, en Ibagué le ha costado cerrar las series. Empates o victorias por la mínima han sido una constante en partidos definitivos, una realidad que dimensiona la magnitud del desafío actual.
Ahora, frente a Atlético Junior, el conjunto pijao no solo necesita remontar un 3-0 adverso, sino también romper una tendencia histórica que ha convertido la localía en una prueba difícil en las finales del fútbol colombiano. En el Manuel Murillo Toro, Tolima se juega una estrella y la posibilidad de cambiar una historia que, hasta ahora, le ha sido esquiva.
“Lo único que pasa por mi cabeza es como podemos hacerle 3 goles a Junior. Todos los equipos dejan espacios y nosotros tenemos que intentar de aprovecharlos”, explicó el técnico Lucas González.
