Trump y Zelenski ven la paz en Ucrania más cerca tras reunirse en Florida, aunque evitan concretar los avances en el acuerdo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se vio con el de Ucrania, Volodímir Zelenski, este domingo en Mar-a-Lago, la residencia privada del magnate republicano en Florida, su “Casa Blanca de invierno”. La cita era para hablar sobre un plan de paz de 20 puntos que Zelenski traía bajo el brazo y del que recela Rusia. Tras una comida y una reunión posterior que se prolongó durante más de tres horas, ambos líderes comparecieron ante la prensa para ofrecer un cierto tono de optimismo, aunque con reservas, lo que, en el caso de Trump, siempre tan dado a la hipérbole, resultó ciertamente revelador. Sobre los avances en la negociación no ofrecieron sino vaguedades y ambos hablaron de “obstáculos” que aún hay que salvar.
Trump contó que la reunión había sido “excelente”, que se está acercando “mucho, quizás muchísimo” a un acuerdo, y que tras el almuerzo, habían hablado con varios líderes europeos, entre los que estaban el alemán Friedrich Merz, el francés Emmanuel Macron, el británico Keir Starmer y la italiana Giorgia Meloni. Trump también afirmó que las conversaciones continuarán en las próximas dos semanas. “Estamos más cerca de la paz que nunca”.
Zelenski estaba especialmente interesado en dos asuntos del orden del día, que ambas partes definieron como “peliagudos”: la suerte de Donbás, región semiocupada en el este del país agredido, cuya cesión total pide Trump para Rusia; y el control de la central nuclear de Zaporiyia, ahora en manos de Moscú. Su resumen de la reunión fue el siguiente: “Hemos logrado grandes avances, con un 90% de acuerdo entre las dos partes”. En cuanto a las garantías de seguridad para Ucrania, subió el porcentaje al “100%”. “Son fundamentales para lograr una paz duradera”, añadió.
El plan de este domingo en Mar-a-Lago sufrió un revolcón cuando el mandatario republicano introdujo un giro de guion de última hora. Faltaba poco para la cita, cuando este anunció en un mensaje en Truth, su red social, que había hablado por teléfono con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Trump la definió como una llamada “positiva y muy productiva”.
Después de eso, Zelenski llegó pasadas las 13:25 (hora local, 19.25 en la España peninsular) a Mar-a-Lago. Ambos atendieron a la prensa brevemente a las puertas de la mansión. Habló sobre todo Trump, que dijo: “Creo que estamos listos para un pacto. Las conversaciones están en su fase final. [Lo que salga de ellas] Será bueno para Ucrania. Bueno para todos”. También afirmó que “habrá un acuerdo sólido de seguridad”, y que “las naciones europeas están muy involucradas”. “La guerra, o acaba ahora, o durará mucho más tiempo, y millones de personas más morirán. Nadie quiere eso”, advirtió.
Después, ambos entraron al gran comedor de la mansión del presidente, y se sentaron alrededor de la mesa junto a sus colaboradores, con el fondo de banderas estadounidenses y ucranias.
Kiev condiciona cualquier decisión sobre el final de la guerra a que Estados Unidos y sus socios europeos le garanticen un nivel de protección de defensa similar al que tendría Ucrania si fuera miembro de la OTAN. “El interrogante es qué garantía está dispuesto a darnos Trump”, había dicho Zelenski este sábado, según la agencia estatal ucrania Ukrinform. “Hay mucho por decidir antes de final de año”, declaró el domingo el líder ucranio, que definió estos días como entre los de “mayor actividad diplomática” de los últimos 12 meses. “Que se tomen o no decisiones depende de nuestros socios, de quienes ayudan a Ucrania y de quienes ejercen presión sobre Rusia”, añadió, a modo de recado a Trump.
La llamada de este con Putin duró, según Moscú, unos 75 minutos, durante los que trató de convencer a Trump de que renuncie a ese plan de 20 puntos consensuado con Kiev y que vuelva al borrador de 27 basado en lo que hablaron ambos mandatarios en agosto en Alaska. Es decir, al proyecto de una paz que dejaría Ucrania desarmada y concediendo territorio que Moscú no ha conquistado. Después, Trump alabó a su homólogo ruso ante Zelenski, que no pudo esconder sus gestos de disgusto. “Está muy comprometido con la paz”, aseguró el republicano de Putin, aparentemente ignorando que este continúa con sus brutales ataques en Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto al secretario de Estado, Marco Rubio, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, su yerno, Jared Kushner, el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff y la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susan Wiles, se reúne con una delegación ucraniana encabezada por Zelenski, este domingo en el club Mar-a-Lago de Trump, en Palm Beach (Florida, Estados Unidos).Jonathan Ernst (REUTERS)
Con el antecedente de la conversación telefónica con Putin, estaba aún menos claro, pese a los deseos del presidente ucranio, que fuera a salir de Mar-a-Lago una gran conquista en el camino a la paz. En octubre, la última vez que Trump habló con el jefe del Kremlin antes de verse con Zelenski, este se fue de vacío de una visita a la Casa Blanca en la que confiaba en arrancar el compromiso de que Estados Unidos enviara a Ucrania misiles de largo alcance Tomahawk.
Los avances -lentos, pero seguros- de las fuerzas rusas en las últimas semanas indican además que Putin, pese a la presión de las sanciones sobre una economía que se asoma a la recesión y al brutal parte de bajas entre sus tropas, sigue sin parecer listo para aceptar una salida diplomática a una guerra que se encamina hacia su cuarto aniversario. El Kremlin no ha rechazado abiertamente el plan, y sigue pidiendo más negociaciones mientras no cesan sus ataques.
Putin y Trump acordaron mantener una segunda llamada tras el encuentro con Zelenski, según explicó este domingo Yuri Ushakov, asesor de exteriores del presidente ruso, y también confirmó Trump a la prensa. Moscú resaltó que este tiene prisa “por acabar con la guerra pronto”, aunque Putin insiste en sus exigencias sobre lo que considera la necesidad de afrontar sus “causas profundas”.
No falta mucho para que se cumpla un año de la toma de posesión de Trump. Durante la campaña que lo llevó de vuelta a la Casa Blanca prometió repetidamente que sería capaz de acabar con la guerra de Ucrania en su primer día en el Despacho Oval. E insiste en que este conflicto nunca habría empezado de haber estado él a los mandos de Washington. El viernes, el presidente estadounidense advirtió en una breve entrevista a Politico que Zelenski “no tiene nada hasta que lo apruebe” él mismo. “Veremos lo que tiene”, añadió el republicano.
Zelenski y Trump, este domingo en Mar-a-Lago.Alex Brandon (AP)
Zelenski llegó a Palm Beach el sábado, tras hacer escala en Canadá, donde se reunió con otro aliado, este menos voluble: el primer ministro Mark Carney, que anunció una ayuda adicional de 2.500 millones de dólares (unos 2.100 millones de euros) para Ucrania. Después, desde la ciudad de Halifax, Zelenski se vio por videoconferencia para preparar el encuentro del domingo con líderes europeos.
El domingo, Zelenski recordó en su cuenta en X que Putin “ha rechazado incluso las propuestas de un alto el fuego navideño y está intensificando la brutalidad de sus ataques con misiles y drones”. “Esta es una clara señal de cómo conciben realmente la diplomacia, añadió. ”Hasta ahora, no se la toman lo suficientemente en serio”. La reunión con Trump tiene lugar un día después de que el Kremlin lanzara un gran bombardeo nocturno de 10 horas. Tuvo a Kiev como principal objetivo, pero no solo: los drones y los misiles llevaron de nuevo la destrucción a todo el país. Para subrayar que no se apea de su belicismo, Putin visitó este sábado una instalación militar.
Un dron ruso impacta en un edificio de apartamentos en Kiev en la madrugada de este sábado.Gleb Garanich (REUTERS)
Trump, por su parte, quiere que las tropas ucranias se retiren del 25% de la provincia de Donetsk que todavía controlan, y que esa área se convierta en una zona desmilitarizada. Kiev exige que el ejército ruso se retire en un territorio equivalente, algo a lo que no se ha mostrado dispuesta Moscú.
También estaba previsto que Zelenski y Trump hablasen de la gestión de la central nuclear de Zaporiyia. La mayor planta atómica del continente europeo está ocupada por Rusia desde el primer año de la invasión. La Casa Blanca propone que empresas estadounidenses gestionen la central en coordinación con Moscú y Kiev. Tanto Ucrania como Rusia piden excluir al otro de la ecuación.
Zelenski considera además que un hipotético acuerdo con Rusia tiene que ser ratificado por los ucranios en referéndum. Y para ello pide un alto el fuego de como mínimo dos meses. Varios asesores de Putin han indicado en los últimos días que tampoco piensan pasar por ese aro. Según Ushakov, Putin y Trump mostraron un parecer similar sobre esa tregua cuando hablaron este domingo. “Solo sirve para prolongar el conflicto”, dijo el funcionario del Kremlin.
A la mesa de negociación de este domingo también se sentaba, como de costumbre, el ego de Trump, que aspira a pasar a la historia como un gran pacificador, y ve Ucrania y Rusia como dos escollos en ese camino.
Horas antes de la reunión con Zelenski, el presidente de Estados Unidos escribió un mensaje en Truth, su red social, para exagerar sus logros y atribuirse el cese “momentáneo de los enfrentamientos entre Tailandia y Camboya”. “Fue una solución rápida y decisiva, ¡como deberían ser todas estas situaciones! Estados Unidos, como siempre, se enorgullece de haber contribuido. Con todas las guerras y conflictos que he resuelto y detenido en los últimos 11 meses, OCHO en total, quizás Estados Unidos se haya convertido en la verdadera Organización de Naciones Unidas, que ha brindado muy poca ayuda en cualquiera de estos conflictos, incluyendo la catástrofe que se vive actualmente entre Rusia y Ucrania. ¡Naciones Unidas deben empezar a actuar y a involucrarse en la paz mundial!“, escribió Trump.




