La crisis que puede estallar en el Dortmund antes de recibir al Villarreal: “Debemos demostrar que estamos listos”

El Borussia Dortmund llega a su cita de Champions ante el Villarreal en un momento delicado, quizá el más frágil desde que comenzó la temporada. Lo que hace apenas un mes parecía un proyecto sólido y ambicioso bajo el mando de Niko Kovač, hoy se tambalea entre dudas internas, mensajes cruzados y una presión que desborda los cauces habituales. El submarino amarillo, que se juega la vida en Europa, aterriza en el Signal Iduna Park ante un rival que también necesita respirar, ganar, convencer y, sobre todo, demostrar que está listo, tal como ha exigido públicamente la cúpula del club.
La estadística es tan fría como contundente. Los alemanes llevan tres partidos sin ver la victoria. Un frenazo brusco para un Dortmund que había comenzado de manera soberbia, con una propuesta vertical, una intensidad renovada y un vestuario convencido del plan. Pero algo se ha torcido. El equipo ha perdido equilibrio, solidez e incluso frescura mental. Y los síntomas, más allá de los resultados, han encendido todas las alarmas.
Karim Adeyemi, con el Borussia Dortmund
Ricken sube el listón
La primera señal pública de tensión no llegó del entrenador, sino del director deportivo, Lars Ricken, cuya intervención en la asamblea de socios dejó claro que al Dortmund ya no le basta con competir, ahora exige ganar. Los objetivos se han redefinido a mitad de curso, elevando la presión hasta niveles incómodos.
“Querido equipo, debemos demostrar una vez más que estamos listos para ganar”, proclamó Ricken ante los socios, antes de añadir que su deseo como aficionado y oriundo de Dortmund es ver a Aki Watzke levantando un trofeo al final de la temporada.
El segundo frente abierto es puramente deportivo y también emocional. Maximilian Beier, uno de los futbolistas con más proyección y uno de los señalados como pieza clave del futuro inmediato, ha sido reprendido dos veces por Kovač en las últimas semanas.
La Navidad en clave BVB
El caso de Karim Adeyemi es el tercero en discordia. El atacante, imprescindible por su desborde y velocidad, arrastra todavía la sombra del extraño episodio relacionado con armas y un incidente en un club de boxeo. Aunque el club intentó cerrarlo rápidamente, la situación ha dejado interrogantes y ha colocado al jugador en una posición delicada.
Adeyemi respondió en el campo con un gol decisivo ante el Stuttgart, el tanto del 3-2 que devolvió la esperanza momentánea al equipo. Pero los responsables del club saben que necesitan algo más que un destello aislado. Todo este contexto converge en una cita explosiva, como es el duelo de Champions contra el Villarreal de esta noche.




