Diana García, Corresponsal Cd. de México, La Voz
Para la iglesia católica, Peregrinar es emprender un viaje que trasciende lo geográfico, es dejarse transformar en el trayecto, guiado por la fe y el deseo de encontrar a Dios en lo sagrado, es un camino de esperanza hacia la santidad, definición que representan los millones de peregrinos que año con año visitan a la Virgen de Guadalupe en el aniversario de su aparición, ocurrida el 12 de diciembre de 1531.
Este peregrinar al lugar sagrado, es perfectamente representado por devotos provenientes de Manzanillo Pinabeto, dentro del municipio de Rayón, en el estado de Chiapas, México, que salen de este pueblo desde días antes del 12 de diciembre y en el camino se van integrando a peregrinaciones de muchos otros estados, como Tabasco, Oaxaca, Morelos, Puebla, Veracruz y Tlaxcala, a todos los mueve la fe.
Su andar es acompañado por el agradecimiento hacia la Virgen de Guadalupe, quien les ha hecho milagros de distintas formas a todos, dándoles, salud, trabajo, amor, cosechas, a algunos salvándoles la vida, como al señor Gilberto Jiménez, fiel creyente que asegura que, sin la intercesión milagrosa de la Virgen, hubiera muerto en un horrible accidente.
“Mi oficio es la albañilería, y caí del piso diez, fracturándome las costillas, mi cabeza golpeó tan fuerte con el suelo que había poca esperanza de vida, pero la Virgen de Guadalupe escuchó los rezos de la gente de mi comunidad y de mi familia, y gracias a ella, hoy estoy aquí”, señaló.
Por ello, desde hace cuatro años, Gilberto viaja con un grupo de alrededor de cincuenta personas de Manzanillo Pinabeto, para darle gracias a la Virgen por toda su ayuda.
“La Virgen siempre está con nosotros, nunca nos ha abandonado, sus milagros se han visto en la comunidad y hoy queremos cantarle “Las Mañanitas” en su día, en agradecimiento por cuidarnos”, expresó
Postrados un costado del altar mayor, los peregrinos de Manzanillo Pinabeto levantan su voz lo más que pueden para cantarle a la Virgen y celebrar su día.
